Con espíritu fraterno y de oración, celebramos la Semana Santa, acompañados esta vez por el P. Tibaldo Zolezzi.
El Domingo de Ramos aclamamos a Jesús en su entrada a Jerusalén, y desde allí fuimos siguiendo los pasos del Maestro: su Unción en Betania, la vivencia del anuncio de la traición de Judas... la Santa Cena con sus discípulos, su oración agónica y solitaria en Getsemaní, su condena injusta...y el camino duro del Calvario, hasta la muerte de Cruz. Con María, asistimos al silencio sagrado que nos convoca el Sábado santo, contemplamos el sepulcro y aguardamos expectantes en vigilia solemne el amanecer de una nueva Pascua.
Hoy gozamos de esta Vida nueva que Jesús nos conquistó, queremos que la siembre para siempre en nuestro corazón y junto a todos los hermanos lo confesamos como Salvador misericordioso. ¡Feliz tiempo de Pascua!
Y... Gracias a todos los hermanos y hermanas que generosamente dieron de su tiempo, talentos y amor para colaborar en la preparación de cada celebración.
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