Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su
síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su
culmen en Jesús de Nazaret… su palabra, sus gestos y toda su persona revela la
misericordia de Dios. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la
misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para
nuestra salvación.
Misericordia: es
la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad.
Misericordia: es
el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro.
Misericordia: es
la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con
ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia:
es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de
ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.