Una de las oraciones más antiguas con las que la Iglesia desde los primeros tiempos se dirigió a la Santísima Virgen, nos ayudará a abandonarnos a su protección y cuidado maternal.
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios.
No desprecies las oraciones
que te dirijimos en nuestras necesidades,
antes bien líbranos siempre de todo peligro
¡oh, Virgen gloriosa y bendita!Entonces, un año de la mano de María, para poder vivir en profundidad nuestra fe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.